La media veda nos brinda la oportunidad de abatir varias piezas o especies muy diferentes en su comportamiento, y por lo tanto diferentes formas de cazarlas. Codorniz, tórtolas y torcaces pueden ser cazadas en una misma jornada.
Tal y como su título indica, en este post nos centraremos en la caza de la codorniz. Es curioso que de las aves migratorias que llegan a nuestro país sea la codorniz la única que llega desde el sur, huyendo del intenso calor africano, cuando el resto de aves migratorias vuelan desde el norte escapando precisamente de lo contrario, es decir, de intensos fríos.

Codorniz – Caza de la codorniz
La codorniz a pesar de su pequeño tamaño, es un ave de gran aceptación por parte del cazador, principalmente por varias razones: una de ellas es que es caza de estío, cuando las temperaturas son altas y muy agradables.
La caza de la codorniz es tan sencilla que suele utilizarse como escuela tanto para cazadores noveles como para los perros de muestra, siendo dicha modalidad la caza con perro de muestra por excelencia. La parte más bella donde y donde se disfruta es observando a los perros registrar, hilera por hilera, los montones de paja, perdidos, regatos, alfalfares, etc. Los canes representan en esta caza todo su saber y salsa, sin ellos la caza de la codorniz pierde todo el componente de espectáculo y toda la enorme belleza y plasticidad de la muestra.

Perro muestra codornices – Caza de la codorniz
Su caza es tranquila, sin prisas, dando tiempo al can para hacer su trabajo, recorriendo cada rastrojo o zonas de posible refugio para estas aves. Saber llevar la mano entre varios cazadores es incluso más importante que en la caza de la perdiz. La codorniz es un pájaro al que le gusta apeonar y es muy frecuente que se deslice hacía atrás, entre cazadores y perros, por lo que si estas zonas están cubiertas de vegetación, como suele suceder con las remolachas y alfalfares, es conveniente volver a cazarlas sobre la mano ya dada: es sorprendente ver saltar codornices delante de nosotros, a la vuelta de y una mano ya cazada.